viernes, 9 de noviembre de 2018

Emprendimiento cultural - Cátedra Débora Arango.


Es muy interesante ver como el país a medida que se desarrolla va aceptando más y más nuestra industria, la de la cultura, sobre todo cuando existen pruebas escritas sobre la acogida que se le da a las artes a medida que pasa el tiempo. Es posible llamarle emoción a lo que se siente al ver que ya no se le da una mirada tan cerrada a nuestros compañeros de gremio y que, en cambio, somos tomados en cuenta y cada vez se generan más recursos y espacios para el libre desarrollo de nuestra industria en el país. Ver como antes no valíamos para el desarrollo económico de Colombia, que alguien estudiaba artes únicamente para dar clases en colegios o en las mismas universidades que dictan cursos de estas y no para desempeñarse como artista como tal. El arte se veía simplemente como un hobbie al que no debía dedicarse uno de lleno, y tristemente aún hay personas que piensan así. Que ven una carrera dedicada al arte como una vida perdida. A esta gente, incrédula en la esperanza que tenemos de expresarnos y ser libres mediante el arte mientras encontramos de esto una forma de vivir, deberían mostrarles las estadísticas y datos que vemos en este tipo de documentos, donde claramente se expresa que SÍ somos un aporte, que SÍ podemos vivir de nuestra pasión, que SÍ es válido dedicar nuestra vida a lo que nos gusta. Por ejemplo ver cómo el número de festivales, encuentros y demás va creciendo a medida que pasan los años es algo digno de enorgullecernos. Además, como artistas no solo le aportamos a la economía sino también al patrimonio cultural, al enriquecimiento del estilo del país, a nuestra identidad como nación y a darnos a conocer más allá de las drogas y el narcotráfico. Resultado de imagen para arte economía

En los documentos se puede apreciar que el arte, la cultura y las industrias creativas en general en Colombia le aportan en un 3,5% al PIB y un 5,8% al empleo, aquí se demuestra que no son solo teorías de que el país podría crecer, sino datos evidentes de que ya lo ha hecho. El país nos ha correspondido esto de manera óptima, puesto que ha generado un presupuesto dedicado al arte, que es invertido en becas, festivales gratuitos, talleres y demás que nos aportan tanto en el crecimiento y desarrollo como en la difusión y circulación de los productos que realizamos. También se ha visto la importancia del arte en cuando a la educación de los niños en esta desde que son muy pequeños. Cada vez son más y más las instituciones que tienen como una de sus prioridades generar una vena artística en sus integrantes; ya sea con clases de pintura, de dibujo, de música o de teatro. A nuestro modo de ver, esto es positivo no solo para un país con niños más felices sino un país que prefieren coger un pincel o un instrumento musical antes que andar haciendo daños por ahí, lo cual, nuevamente vendría a beneficiar al país entero y no solo a aquellos de nosotros que tenemos pasión por las artes.



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