Es muy interesante ver como el país a medida que se
desarrolla va aceptando más y más nuestra industria, la de la cultura, sobre
todo cuando existen pruebas escritas sobre la acogida que se le da a las artes
a medida que pasa el tiempo. Es posible llamarle emoción a lo que se siente al
ver que ya no se le da una mirada tan cerrada a nuestros compañeros de gremio y
que, en cambio, somos tomados en cuenta y cada vez se generan más recursos y
espacios para el libre desarrollo de nuestra industria en el país. Ver como
antes no valíamos para el desarrollo económico de Colombia, que alguien estudiaba
artes únicamente para dar clases en colegios o en las mismas universidades que
dictan cursos de estas y no para desempeñarse como artista como tal. El arte se
veía simplemente como un hobbie al que no debía dedicarse uno de lleno, y
tristemente aún hay personas que piensan así. Que ven una carrera dedicada al
arte como una vida perdida. A esta gente, incrédula en la esperanza que tenemos
de expresarnos y ser libres mediante el arte mientras encontramos de esto una
forma de vivir, deberían mostrarles las estadísticas y datos que vemos en este
tipo de documentos, donde claramente se expresa que SÍ somos un aporte, que SÍ
podemos vivir de nuestra pasión, que SÍ es válido dedicar nuestra vida a lo que
nos gusta. Por ejemplo ver cómo el número de festivales, encuentros y demás va
creciendo a medida que pasan los años es algo digno de enorgullecernos. Además,
como artistas no solo le aportamos a la economía sino también al patrimonio
cultural, al enriquecimiento del estilo del país, a nuestra identidad como nación
y a darnos a conocer más allá de las drogas y el narcotráfico. Resultado de
imagen para arte economía
En los documentos se puede apreciar que el arte, la cultura
y las industrias creativas en general en Colombia le aportan en un 3,5% al PIB
y un 5,8% al empleo, aquí se demuestra que no son solo teorías de que el país
podría crecer, sino datos evidentes de que ya lo ha hecho. El país nos ha
correspondido esto de manera óptima, puesto que ha generado un presupuesto
dedicado al arte, que es invertido en becas, festivales gratuitos, talleres y
demás que nos aportan tanto en el crecimiento y desarrollo como en la difusión
y circulación de los productos que realizamos. También se ha visto la
importancia del arte en cuando a la educación de los niños en esta desde que
son muy pequeños. Cada vez son más y más las instituciones que tienen como una
de sus prioridades generar una vena artística en sus integrantes; ya sea con
clases de pintura, de dibujo, de música o de teatro. A nuestro modo de ver,
esto es positivo no solo para un país con niños más felices sino un país que
prefieren coger un pincel o un instrumento musical antes que andar haciendo
daños por ahí, lo cual, nuevamente vendría a beneficiar al país entero y no
solo a aquellos de nosotros que tenemos pasión por las artes.
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