La formación por competencias en el ámbito artístico es sin duda una metodología acertada, pues en primer lugar permite vincular distintas áreas para formar un artista integral como lo son: La ejecución, producción y gestión. Hoy en día como artistas muchas veces nos toca empezar a "salir al ruedo" siendo autogestores y auto-productores, normalmente al inicio no se cuenta con suficientes recursos económicos para invertir en un tercero. Esta necesidad ya la ha percibido distintos centros de educación superior, por ejemplo la Débora Arango, que su enfoque es proporcionar a los estudiantes las mayores herramientas y conocimientos para que sus artista sean capaces de desempeñarse en cualquier ámbito, no solo en la ejecución de su talento.
Además, el concepto de competencias artísticas en un proceso de formación permite dejar en un segundo plano el pensamiento rígido de estudiar solo para obtener unas buenas calificaciones, en el arte se estudia para desarrollar habilidades y fortalecer las que ya se poseen y esto es lo que busca esta metodología, incluso el hecho de pertenecer a una institución que incentiva la formación de artista integrales empieza a presentar mayores oportunidades de ingresos económicos, pues la mayoría de los músicos, pintores, actores, entre otros, estudiaban para luego desempeñarse como docentes -sin ánimo de desprestigiar esta labor- sino porque es de las pocas posibilidades que encontraban para un aseguramiento económico, por esto la articulación de éstas áreas actualmente están siendo fundamentales en los nuevos currículos de formación en prácticas artísticas.
De acuerdo. La formación de los estudiantes debe ser integral: desde el conocimiento del arte para su ejecución, hasta la gestión para darlo a conocer y que genere ingresos económicos que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida
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